Y sin embargo amigos...

El domingo he leído un artículo muy interesante, en la revista del periódico, había un artículo sobre los amigos. En general me gusto mucho toda la nota pero me quede con ésta frase: “Los amigos que conocen tu alma profundamente son pocos. Un amigo es quien entiende la exigencia del otro, e intuye cuando el otro está necesitado”,
De repente en mi cabeza vinieron un montón de nombres, de recuerdos, de momentos, de situaciones. A veces cuando me preguntan si no extraño a mi familia digo que sí, que un poco me acostumbre, pero la verdad es que mis amigos son mi familia desde que me fuí de mi tierra.
Y cada vez se agranda más y se repliega por varios puntos del mundo. No voy a hablar de lo que me falta, si no más bien de lo que tengo y son unos amigos increíbles, de distintas familias, de pensamiento, de conexiones, de compartir alegrías y con otros tristezas, quisiera hablar de lo rica que me siento sabiendo que estais y que cuando ellos me busquen también estaré.
Lo que más me gusta de mis amigos es esa especie de magia de que cuando pienso en ellos, o recuerdo algún momento con ellos y me encuentro realmente triste, alguno aparece y me hace sentir contenida, abrazada y alojada en un espacio virtual pero que en mi cabeza y corazón son realmente verdaderos y efectivos.

Si tuviese que escribir aquí, lo que me ha enseñado cada uno, sería un lista muy larga, más bien creo que cada uno sabe o siente algo. Por ahora solo nombraré que en un mes me reencontraré con mi amigo Martín, un argentino estupendo que no veo hace 6 años y que sin embargo siempre estuvimos conectados, viviendo a miles de kilómetros experiencias difíciles, dándonos apoyos inconmensurables.

Espero veros pronto, a vosotros y cada uno de mis amigos.